Vamos a contarte la historia de un amigo que si hubiese llegado a esta conclusión antes, habría liderado sus sector por años.
No queremos desanimarte. Solo plantearte una pregunta.
Nuestro buen amigo Francisco pasó 3 meses previos al verano organizando cada detalle de un festival en Mykonos.
Era uno de esos eventos muy cool en la playa, que empiezan al atardecer y terminan con el último soldado caído.
Francisco estaba 10 horas al día por teléfono con proveedores.
Nuestra empresa de agua mineral aún no existía. Esos meses, Fran trabajó, se estresó y colapsó y volvió a darlo todo por el bien del festival.
¿Le decías para ir de copas? "No puedo, mañana tengo que reunirme temprano con los de escenografía".
Cuando llegó el día estaba eufórico. Todo resultó bastante bien para su nivel de perfeccionismo. Se acostó cerca de las 6 de la mañana del día siguiente, cuando el último empleado se había marchado de la playa, convertida en un campo de guerra. Completamente feliz por el éxito del festival.
Al día siguiente comenzó a hacerse preguntas. Estaba confundido. Su evento había sido un éxito pero había algo que le faltaba.
Habían asistido más de 2.000 personas a un parador de la playa... ¿y qué lograron?, ¿reunirse a escuchar música en vivo y bailar?, ¿qué había hecho a ese festival diferente de los demás?
Nada. Absolutamente nada.
En ese momento Fran se dio cuenta de que:
No estaba a la vanguardia.
No había hecho nada original o sorprendente.
Nada lo diferenciaba de la competencia.
Sí, la venta de las entradas fue un éxito. Pero Fran no estaba liderando el sector con su festival.
Fue allí cuando decidió comenzar a incorporar alternativas sostenibles e innovadoras. Y muy pronto, con el surgimiento de Agua Nea, comenzamos a trabajar juntos, compartiendo la misma misión y un objetivo que va más allá de "un éxito de taquillas".
¿Quieres saber cómo nuestra agua mineral te puede ayudar a innovar? Te invitamos a leer esta nota.
