El mejor ROI para los hoteles.
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Si mi abuela Elsa estuviese entre nosotros, yo la pondría a tejer las 24 horas del día sin pudor.
Y nos compraríamos, cada una, una mansión en Ibiza.
Ella podría tener una sala de cine privado para ver novelas turcas y un mayordomo llamado Alfred para cuando invite a sus amigas a tomar el té.
Yo... pues... con un coche híbrido me arreglo.
En fin. Esta es la conclusión a la que he llegado luego de recorrer algunos hoteles y circuitos turísticos donde se están reivindicando las artesanías locales, entre ellos, los tejidos a crochet como los que hacía mi abuela Elsa.
Y si aún no has instalado un pequeño shop dentro de tu hotel o restaurante donde tus clientes pueden comprar productos locales, permíteme contarte alguno de sus beneficios.
1. Fomenta la economía local: La venta de productos locales contribuye a mantener el dinero dentro de la comunidad, ya que los productores locales obtienen beneficios que luego reinvierten en su propia región. Además, esto ayuda a crear empleos en la zona, lo que a su vez puede tener un efecto positivo en la economía en general.
2. Reducción de la huella de carbono: Los productos locales no necesitan ser transportados a grandes distancias, lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Al reducir la huella de carbono, también se está ayudando a mitigar el cambio climático.
3. Mejora la calidad de los productos: Los productos locales suelen ser frescos y de alta calidad, ya que no tienen que soportar largos tiempos de transporte y almacenamiento. Los productores locales también suelen tener un mayor control sobre sus procesos de producción y pueden ofrecer productos más especializados.
4. Mayor variedad de productos: Los productores locales suelen cultivar variedades locales de frutas y verduras, que pueden no estar disponibles en otros lugares. Esto ofrece a los consumidores una mayor variedad de productos frescos, locales y únicos.
5. Promueve la seguridad alimentaria: Comprar productos locales también puede aumentar la seguridad alimentaria. Al conocer al productor local y su proceso de producción, los consumidores pueden estar más seguros de que los productos que compran son seguros y están libres de químicos peligrosos.
En resumen, si compartes la desgracia de no tener a una abuela Elsa en tu vida. Puedes escribirme aquí, que nos tomamos unas copas, brindamos por ellas y de paso te ayudo a generar una estrategia que eleve tu ROI y fidelice clientes (sin crochet).