Aunque la mona se vista de seda, su impacto deja...
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Nada en contra de las monas. Nos caen genial. Es tan solo una frase popular y nos hizo pensar en nuestras queridas amigas: las botellas de plástico.
Y es que esta es la cuestión: quizás a una botella de plástico la puedan vestir de seda. Le puedan añadir complementos, 15 kilos de maquillaje contouring y no se qué más. Vuelvan locos al departamento de diseño para agregar todos los loguitos de reciclaje del mundo en el envase.
Quizás juren con la mano en el fuego que están compensando su huella de carbono, aún así el impacto ambiental del plástico seguirá siendo enorme por varias razones:
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Uso de recursos naturales: La producción de botellas de plástico requiere una gran cantidad de recursos naturales, como el petróleo, gas y agua. Además, la energía necesaria para fabricar, transportar y enfriar el agua embotellada también contribuye al impacto ambiental.
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Emisiones de gases de efecto invernadero: La fabricación y el transporte de botellas de plástico y agua embotellada producen emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático.
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Problemas de eliminación de residuos: Aunque se reciclan, muchas botellas de agua todavía terminan en vertederos o se convierten en basura en el medio ambiente. Además, la eliminación adecuada de las botellas de agua es costosa y puede requerir energía adicional.
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Alternativas sostenibles: En lugar de usar botellas de plástico, se pueden utilizar alternativas más sostenibles, como botellas reutilizables de vidrio o latas de aluminio. Estas alternativas tienen un menor impacto ambiental ya que se pueden usar varias veces antes de ser reemplazadas.
Por estas razones y muchas más, en Agua Nea optamos por aluminio. Puedes leer esta nota en la que explicamos todos los detalles.
Si decides que quieres trabajar con una marca de agua mineral que genera un impacto positivo real y compensa su huella de co2, no dudeís en escribirnos aquí.